viernes, 8 de enero de 2010

Leyendas vivas en la Casa de Olmedo


Frondosos árboles de samán, tamarindo y almendros la cubren desde hace más de 220 años. Construida a orillas del río Babahoyo, hoy, después de tanto tiempo guarda entre sus rincones historia, leyendas y mitos.

La antigua y vetusta vivienda considerada como Patrimonio histórico cultural, y que desde hace 30 años se encuentra en poder de la Casa de la Cultura Núcleo de Los Ríos.

Cuando se culmina la remodelación de la Casa de Olmedo, entre los descubrimientos, se citó la existencia de osamentas humanas, al parecer de dos personas, encontradas debajo de una de las vigas originales hechas de moral (madera típica de la región), las que están colocadas a uno de los costados del salón principal de la planta baja, lugar en el que según cuenta la historia, se usaba para reuniones políticas y sociales.

Junto a la osamenta, se encontró también una funda con fotos descoloridas, alfileres y un zapata de mujer.

En el otro extremo de la sala, junto a la escalera, se detectó terreno foto. En el lugar se cree que existía un túnel con salida a uno de los cerros existente junto a la parroquia El Salto (tierra cercana a la hacienda La Virginia), de propiedad de Olmedo.

John Bravo, un hombre de baja estatura que custodia el predio desde hace más de un año, dice ser uno de los testigos del estado en que se encontró la casa patrimonial en aquella época, morada de avispas, murciélagos y fantasmas.

"Hasta ahora se escuchan pasos que se dirigen hacia las escaleras y llegan hasta la planta alta", dice el asustado hombre, quien se de los males, según dice, leyendo la Biblia.

Mónica Parrales, una de las vecinas menciona que su hijo Juan Manuel también escuchó pasos y el galopar de caballos que se aproximaban a él.

Monica, al igual que los Paredes Pullataxi, González Gonzabay, Gónzales Bajaña y Paredes Aguiño, son vecinos de José Joaquín de Olmedo hace 24 años.

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